Muchas veces podemos ver los hilos de Dios en la vida de las personas para que lleguen al lugar exacto donde Dios los quiere y así formar una obra extraordinaria. Maria Ysabel es prueba de ello. Dios movió a sus padres de un país a otro, para que su madre conociera al Señor, para que viviera cerca de una escuela cristiana sin ella serlo aún y para que su entorno fuera el ambiente perfecto para una vida consagrada al servicio de Dios y de la obra entre adolescentes y jóvenes.
De padres colombianos y con doble nacionalidad, colombiana y venezolana, es la segunda de 4 hermanos y desde muy pequeña, aunque su familia no era cristiana escuchaba la Palabra de Dios. Empezó a asistir a campamentos cristianos invitada por una compañera de colegio cuando tenía 9 años, pero fue hasta los 13 años que experimentó un encuentro personal con Jesús al mismo tiempo que su mamá lo hacía gracias a una amiga de la familia.
Los campamentos fueron de ayuda para crecer en su vida cristiana. A los 18 años pasa de ser una asistente para ser una líder servidora entre los preadolescentes, avanzando como directora y tallerista en diferentes actividades de verano, hasta que en el año 2002 ingresó al equipo de líderes juveniles de su iglesia. Su amor por las nuevas generaciones no ha parado desde entonces, enfocándose en que los adolescentes y jóvenes se desarrollen como discípulos resilientes.
En la actualidad, Mary es la coordinadora del equipo de medios para Awana Latinoamérica. Creció en medio de una imprenta que fundó su padre, aprendiendo de él su amor por las artes gráficas y las comunicaciones.
Está felizmente casada con Ignacio Mariño desde el 2007, con quien comparte llamado y propósito en la formación de líderes. Ambos se han preparado para servir al Señor en diversas áreas. Su llamado a discipular jóvenes, los ha llevado por 4 países donde se han capacitado y también formado a otros, con el propósito de trabajar entre la juventud y conectar de una manera dinámica y creativa la vida con el mensaje de Jesús. Como pareja ministerial buscan mejorar cada día el proceso de comunicación del ministerio, así como organizar el movimiento de líderes juveniles que impactarán a miles de jóvenes y adolescentes.
Ignacio y María Ysabel tienen tres pequeños hijos, Esteban, Marcela y Josué. Dios les ha permitido ser una familia multicultural, Colombia, Venezuela y República Dominicana se mezclan en esta familia.
Es una amorosa consejera y una creativa sin descanso. Tiene claro su llamado: formar discípulos y entrenar líderes juveniles que impacten la vida de otros con el mensaje del Evangelio. Para ella, el compromiso con la misión de Awana es completo e integral, con su experiencia y conocimientos desea servir a las nuevas generaciones.