Como una niña muy vivaz e inteligente, desde los 7 años Medilva acompañaba a su abuela a la iglesia. A los 9 años, en una escuela dominical, su maestra relató la muerte y resurrección de Jesús. Ella entendió el incomparable amor de Cristo y decidió creer en Él, desde ese día hasta ahora ha servido en la obra de Dios en su natal Venezuela y fuera de ella.
A los 12 años ya enseñaba a los niños en la escuela dominical. Con ella, fueron creciendo sus pequeños estudiantes, sirviendo también a adolescentes y jóvenes. El compromiso, pasión y amor por la obra del Señor se desarrolló en la joven Medilva, que con 19 años tomó la decisión de prepararse en el instituto teológico.
Se casó con Mario López, juntos formaron un hogar de dos hijos: Sofía y Timoteo. Ha sido idónea y pieza fundamental, apoyando el ministerio pastoral junto a su esposo desde 1,988 en la Iglesia Evangélica Libre en Maracay – Venezuela.”
Actualmente, es parte del ministerio Mujeres Sin Fronteras de la Evangelical Free Church of America. En Awana, tenemos el privilegio de tenerla al frente del impulso de la Red de Oración por los Niños y Jóvenes de Latinoamérica, sirviendo también junto a su esposo Mario en el discipulado y desarrollo de liderazgo.
Su capacidad de conexión es innegable, siendo empática y de buenas relaciones con personas de todas las edades. Le cautiva la inocencia de los niños, la ingenuidad de los juveniles, la energía de los jóvenes, la madurez de los adultos y de los ancianos quiere seguir escuchando y aprendiendo.
Ella describe su llamado como “Ser una Antorcha que refleje la luz de Cristo al mundo”. Con su servicio anima y desarrolla el discipulado entre las nuevas generaciones, compartiendo El Evangelio a otros para que conozcan, amen y sirvan a Jesús como ella lo ha hecho desde su niñez. Sus ojos anhelan ver a esta generación siendo transformada por el mensaje de Salvación, con el que un día ella fue tocada, esa es su oración.