Ignacio Mariño, nació en un hogar cristiano. Su niñez y adolescencia transcurrió entre escuelas dominicales, Oansa y campamentos. A la edad de 14 años, en un servicio de oración, tiene su encuentro personal y definitivo con Cristo. Desde ahí, hasta entonces ha procurado servirle a Dios con todo el corazón entre las nuevas generaciones.
Desde los 17 años empezó a servir como consejero de campamentos entre niños, adolescentes y jóvenes y como líder juvenil en su iglesia local en Venezuela. Esto, despertó una pasión en él para ver vidas transformadas por el Evangelio, ayudando a otros a cambiar sus estilos de vida y comportamiento.
Esta pasión no vino sola. Dios ha permitido que se prepare académicamente como Publicista, diseñador gráfico, escritor online, pastor juvenil , Coach, conferencista y neurocoach. Todas estas herramientas y fortalezas para bendición del ministerio a través de los años. Ha dirigido ministerios de adolescentes y jóvenes y ha capacitado equipos de trabajo dando talleres y conferencias.
Felizmente casado desde 2007 con Maria Ysabel Rave, en quien ha encontrado la pareja y complemento perfecto en todas las áreas de su vida. Desde el 2019, sirven juntos a tiempo completo en el ministerio de Awana Latinoamérica en el área de comunicaciones digitales, dirigen la iniciativa de desarrollo de liderazgo juvenil en América Latina y la coordinación de las relaciones con las organizaciones e iglesias en Suramérica en por medio de las REDES Awana. Buscan mejorar cada día el proceso de comunicación del ministerio, así como organizar el movimiento de líderes juveniles que impactarán a miles de jóvenes y adolescentes.
Ignacio y María Ysabel tienen tres hijos, Esteban(9), Marcela(5) y Josué(3), son una familia multicultural, Ignacio es venezolano, su esposa e hijos con doble nacionalidad colombiana y venezolana y su hija Marcela nació en República Dominicana. El Señor, para cumplir sus propósitos, los ha llevado a vivir en 4 países y servirle en cada uno de ellos.
Ignacio, tiene un ferviente deseo: que su trabajo en el desarrollo de liderazgo juvenil en Latinoamérica ayude a iniciar un movimiento que ayude a la formación de líderes juveniles resilientes como pieza fundamental en el mejoramiento social, en el crecimiento de las iglesias y en el reconocimiento en todas las esferas de estos líderes juveniles como pieza del desarrollo integral en la vida de la generación actual y las que vienen, creando una mejor sociedad para el mañana.
