Luis Rivas

Misionero Global en Venezuela

Corrían los años noventa cuando Luis, con 14 años, fue invitado por su hermano a una congregación cristiana. En su corazón aún no sabía describir lo que sentía, pero al término de aquel día, junto a su primo, en una oración de fe, hizo un pacto con el Señor, confesándolo como su Salvador.
Desde su juventud, Luis sirve al Señor en distintas áreas de la iglesia, siempre dispuesto a traer a otros a los pies de Jesús. La labor con los niños y jóvenes la comenzó hace muchos años, cuando apoyaba a una amiga, en aquel entonces, que luego se convertiría en su esposa. Luis y Anyela se casaron en el 2006, y juntos siguieron sirviendo en la obra infantil y juvenil en las iglesias. De su unión han nacido tres hermosos hijos: Sofía Alejandra, Samuel Alejandro y Amisadai Noemí, quienes hoy en día crecen sabiendo el compromiso y pasión de sus padres para servir al Señor, y son de apoyo para su ministerio.

Mientras Luis estudiaba ingeniería mecánica, fue un instrumento de Dios para formar el movimiento evangelístico universitario. Fueron tiempos en los que afirmó su llamado del Señor de evangelizar y discipular a otros. Años después, cuando comenzó a trabajar con el discipulado juvenil, se convenció que éste era el campo donde quería enfocar su llamado, equipándose a través de Awana para preparar a otros como entrenador de Conexión Juvenil.

Luis y Anyela sirven al Señor juntos ahora a través de Awana en Venezuela. Él define su rol dentro del equipo como un instrumento para llevar la visión de hacer discipulado infantil y juvenil a las iglesias en su país, con el propósito de levantar más líderes apasionados por el servicio al Señor a través de la experiencia que ha vivido toda su vida sirviendo a las nuevas generaciones.

Su mayor satisfacción como misionero, es que los niños y jóvenes se apasionen por el Señor, que conozcan con todo su corazón quién es Él, y crezcan juntos hacía la meta de su vocación.

Comience uniéndose a Awana ahora mismo

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